Depende, todo es cuestión de lo que queramos considerar, hay clientes que llegan con una foto de un suelo y dicen “quiero esto” y otros sin embargo son un autentico “lienzo en blanco”.
Un pequeño ejemplo, a la hora de decidir el pavimento de una vivienda o local, debemos pensar en el tipo de material, cerámico, madera, vinílico, laminado, etc. y cual es el más adecuado para nosotros.

Cada uno posee unas características concretas, que no voy a describir aquí ya que necesitaría varios capítulos, pero:
- Cada uno tiene un precio diferente (algunos valen más del doble que otros),
- cada uno es aconsejable para un tipo de clima diferente (vivimos en una zona cálida o húmeda?),
- un tipo de calefacción (Instalaremos calefacción radiante bajo el suelo?),
- un tipo de decoración (clásico o moderno),
- un tipo de familia (tenemos niños pequeños o mascotas?),
- un tipo de edificio (estructura de hormigón o de madera?),
- un tipo de vivienda (piso, chalet, grande o pequeño?),
- un tipo de estancia (Cocina, baño, habitación..),
- un tipo de uso (para alquilar o uso personal?)
- etc.
Y ya no digamos si nos liamos con locales comerciales, en cuyo caso podríamos estar un buen rato haciéndonos más preguntas.
Todos estos puntos a considerar tienen un porqué, y necesitan ser considerados previamente. De todas maneras este ejemplo habría que ampliarlo prácticamente a cualquier nuevo material a colocar en nuestra vivienda, Revestimientos, tabiques, techos, sanitarios, griferías, iluminación, pinturas, etc, etc., por eso es importante buscar consejo en la empresa que contratemos ya que en algunas ocasiones una mala elección puede llevarnos a un auténtico “chasco” de reforma.
